Packaging Producto Bio y… de animales 100% en libertad
Packaging producto Bio. Bio significa «vida» y ¿acaso se entiende la vida encerrado o preso en un espacio pequeño?
Y es que vida es mucho más que no emplear pesticidas. En el caso de nuestro productor, es tener animales en libertad, es ofrecer un producto de cercanía. Es alimentarlos de la dehesa para conseguir un ecosistema sostenible. En él se fomenta la biodiversidad de la zona donde habitan insectos, abejas, flores silvestres…VIDA. Es mirar por los beneficios teniendo en cuenta la sostenibilidad y no la sobreexplotación. Empleando recursos autóctonos fomentamos la producción sostenible y el bienestar animal.
Es creer que todos esos factores hacen posible un mundo mejor. Es creer en poder dejar a nuestras futuras generaciones un planeta menos enfermo.
Aún siendo productor de carne, el interés porque los clientes consuman mi producto no está cegado por la búsqueda de un exceso de beneficios.
Es otra manera de vivir, de comprar, de consumir. No es solo comprar productos libres de residuos químicos u hormonas sintéticas. También se debe valorar la cercanía del producto o las condiciones en las que el animal pasa su vida.
1. Packaging para un producto criado y cocinado cerca de nosotros
La proximidad es un valor completamente necesario para un mundo mejor. El Valle de los Pedroches (Córdoba) es la dehesa donde se cría con mimo el producto para el que estamos diseñando packaging. Y la manera de hacerlo posibilita una mayor calidad de la tierra, el aire y el agua respetando los ciclos de producción. Después es cocinado y envasado en la provincia de Jaén, dando lugar a un alimento listo para su consumo con unas cualidades y una calidad excepcional. Es envasado como marca blanca, haciendo de anfitrión el establecimiento en el que es vendido.
2. Una visión general de un planeta futuro mejor
La imagen de la etiqueta tiene su origen precisamente en el concepto de un futuro mejor. En sintonía con nuestro producto, representamos la idea de un planeta más saludable para los que vienen después. Lleno de vida, de alegría y de amor por la naturaleza.
3. Packaging con dificultades
Lo ideal sería tener un envase coherente con nuestra filosofía y nuestro producto. Las barquetas biocompostables es una industria aún por perfeccionar para cubrir las necesidades de los productores. Han sido varias las dificultades encontradas al buscar un envase que sea producido con materiales 100 % biodegradables. Por un lado son muy caros, debido a la poca demanda que todavía existe de ellos en el mercado. Eso haría que nuestro producto tuviese un PVP considerablemente más alto. Su baja demanda se debe también a que aún contemplan algunas dificultades. Por ejemplo, se chafan con facilidad al ser apiladas para transporte, no resisten la pasteurización (fundamental para que nuestro producto no lleve aditivos) o son demasiado porosas. Pero sabemos que en un período corto de tiempo este tipo de envases habrá solventado estas dificultades y será mucho más sencillo y más común adquirirlo.
Nuestras barquetas son 100% reciclables. Para vestirlas de manera sostenible hay que hacer números. Después de realizar un buen estudio, concluimos que las fajas de cartón contempladas en un primer momento no son viables. Nos generan muchos gastos obligándonos a un modelo específico para cada producto.
El reto está en encontrar la manera de indentificar cada producto cocinado con un modelo general que el propio productor pueda personalizar con su maquinaria. Y lo encontramos: con las etiquetas adhesivas de bobina, los costes bajan no solo por el packaging sino también por la colocación del mismo. Es mucho más económico y rápido colocar etiquetas adhesivas que colocar fajas. Además, la etiqueta adhesiva de bobina tiene una gran ventaja: puede ser reimpresa para su personalización por el productor. La faja no nos daba esta posibilidad, sino que el cliente tenía que hacer por un lado la faja y por el otro la etiqueta, multiplicando así costes.